domingo, 1 de julio de 2012

CARTA DE UNA MAESTRA MURCIANA (DE EDUCACIÓN COMPENSATORIA) INDIGNADA, HUMILLADA Y APENADA

Muchas gracias Loles por tu valentía y por tu vocación hacia el alumnado más necesitado de nuestro sistema educativo. También por poner en palabras los pensamientos y sentimientos de tod@s nosotr@s.





"QUERIDOS GORBERNANTES (ESPECIALMENTE DE LA REGIÓN DE MURCIA):
¿QUÉ PASA CON LOS “PROFESIONALES” DE EDUCACIÓN COMPENSATORIA?

 
    Soy una humilde maestrica que lleva unos 18 años trabajando en la enseñanza pública, 10 de los cuales en educación compensatoria. Pero ¿qué es eso de la compensatoria? Somos maestros que servimos de puente para alumnos que, sin llegar a ser de integración, tienen desventajas con respecto al resto del alumnado por: integración tardía al sistema educativo, por desventaja socio-familiar asociada a retraso curricular de dos cursos o más o por desconocimiento del castellano, es decir, casi siempre por problemas ajenos al propio alumno.

    Nuestra labor es intentar, en la medida de lo posible, que este alumnado se integre poco a poco en el sistema educativo (específicamente, en su aula de referencia) y que mejoren sus habilidades sociales y su autoestima.

    Estos humildes maestricos de educación compensatoria, a través del seminario de compensatoria, al que hemos asistido año tras año, además de aprender, formarnos e intercambiar información sobre el tema, también hemos aportado mucho para la mejora de la calidad de la educación en general y de la compensatoria en particular.

    Quiero creer que hacemos y hemos hecho algo fantástico en Aula de Acogida y Compensatoria, que, gracias al esfuerzo y dedicación diaria de los maestros de compensatoria (porque aunque se empeñen en que no haya perfil de compensatoria, muchos de nosotros sentimos que tenemos ese perfil, nos lo hemos ganado a base de experiencia y formación año tras año) hacia este tipo de alumnado, muchos han vuelto a creer en sí mismos, se han valorado más, han crecido como personas, algunos han llegado hasta las ultimas etapas de la educación secundaria, bachillerato y ciclos formativos, otros incluso a la universidad y si, porque no decirlo, estos maestricos no solo les han enseñado la lengua castellana, las matemáticas, las sociales, … sino que les han hecho sentir como en casa, es decir, han sido sus padres en el instituto.

    Si este alumnado ya de por sí anda perdido, sin nuestra ayuda, me parece a mí que irán a la deriva…

    Sí, ya sé, ustedes dicen que la educación compensatoria no desaparece, pero…. ¿quién se va a encargar de ese alumnado? Dos horas un profesor de música, quizá cinco horas una profesora de Biología o tal vez siete horas un profesor de Plástica? No digo yo que todos ellos estarán preparadísimos para ejercer su labor profesional en su especialidad pero…. ¿creéis que estarán igual de formados en educación compensatoria que nosotros, que llevamos trabajando algunos más de 10 años? Yo más bien creo que esto va a ser de nuevo un coladero para profesores/as que les faltan horas o que elegirán esto antes que tener que ser desplazados a otro destino fuera de su domicilio; ¿qué más da lo que sea que pueda ser la compensatoria?

    Antes de tomar más decisiones que vayan a destrozar más todavía la calidad de la educación, me gustaría que tuvieran en cuenta no solo a las personas que llevamos tanto tiempo preparándonos y formándonos para educar y enseñar a este tipo de alumnado, sino al propio alumnado de compensatoria que, mucho me temo, no será tomado en serio.

    Intentamos educar a individuos, a personas (no a ganado) y esto significa que la educación debe ser los más individualizada posible pues cada persona lleva detrás un bagaje que hay que valorar y tener en cuenta. Educar no es solo enseñar a sumar o restar, hay más de fondo y me gustaría que lo tuvieran en cuenta antes de hacer más barbaridades.

    Ya es bastante injusto, por poner un solo ejemplo, que un alumno que llega el curso pasado de Argelia, que ha aprendido el español con muchísimo esfuerzo y en muy poco tiempo, y que ahora termina 4º de la ESO con notas buenísimas, me comente que no piensa hacer Bachiller solo no poder permitirse más adelante estudiar una carrera fuera del pueblo donde vive.

    Ya es bastante injusto que año tras año hayamos tenido que lidiar con compañeros/as para los cuales este tipo de alumnado eran muebles en sus clases y que ¡qué bien que se los lleva la de compensatoria! Muchos de ellos/as podrán optar ahora por trabajar con estos alumnos/as, ¡pobrecitos/as ! Pero, pobrecitos los alumnos/as, no los profesores/as.

    Piénsenlo antes de tirar por la borda el trabajo de unas personas que han hecho y están haciendo lo mejor posible su trabajo. Las personas que trabajan en educación compensatoria merecen ser tenidas en cuenta.

    No sé lo que pasará el curso que viene con la educación compensatoria (aunque, por desgracia, me lo imagino) pero, de alguna forma, siento que esta carta puede llegar a los lugares adecuados y cambiar, de alguna manera, lo que ya se ve inminente: a los profesores de compensatoria nos dan la patada, literalmente. Si no es así, por lo menos habré expresado mi absoluta indignación y desconcierto ante lo que está pasando en educación y ante lo que puede llegar a pasar antes que termine incluso este curso.

Gracias"


L.R.E

Murcia

JUNIO-2012